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Entrevista a Centro Quincocan

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Entrevista a Centro  Quincocan
  • Ascelcre
  • 25/10/2022
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Hoy entrevistamos a Lorena y Katy, gerentes del Centro para mascotas Quincocan en Mungia (Bizkaia), y socias de ASCELCRE.  Un centro polifacético con multitud de servicios que ofrece un trato integral a perros y gatos. Nos cuentan un poco cómo es su centro, su metodología de trabajo y cómo ven el futuro del cuidado de la mascota.

¿Cuándo comenzasteis a trabajar en Quincocan?

Lorena: Esta es una pregunta difícil para nosotras porque empezamos desde diferentes entornos y nos encontramos a mitad de camino.Katy: Ambas estábamos en el mundo del perro antes, yo como directora de un centro y Lorena como adiestradora.L: Se nos ocurrió comenzar a trabajar juntas porque ella era muy buena dirigiendo residencias y mi especialidad era y es el adiestramiento y la modificación de conducta. Entonces nos conocimos y pensamos que la unión hacía la fuerza.K: Hubo también un cliente que apareció por el medio, quién tenía un conflicto con su perro y había quedado con un adiestrador en mi centro. “¿Te importa?” me preguntó.  “Pues no, claro, que venga” le dije. Resulta que la adiestradora se perdió y tardó dos horas viniendo desde Erandio, teniendo que quedarnos fuera de horario incluso.L: La de vueltas que di (risas). Quincocan realmente nació tiempo después. Cuando nos asociamos creamos una sociedad civil, y esa sociedad civil era un proyecto para ver cómo iba el tema. Estábamos tan satisfechas que no cumplimos los dos años siquiera. Al de año y poco decidimos montar una sociedad limitada y el proyecto era mucho más amplio. Nosotros cuando montamos la sociedad civil estábamos de alquiler y con la sociedad limitada había que comprar una instalación y crecer porque la instalación anterior tenía permiso para sólo 90 perros y nos la habíamos comido en el primer año. No nos dieron la posibilidad de ampliarlo.Entonces vimos que había que crecer para dar servicio a los clientes y montamos la SL. Aún no teníamos nombre para ponerla. Y un día hablando con el hermano de Katy, va pues esto se llama Quincocan, por Quincoces que Yuso y Can de perro. Le llamamos de todo menos guapo, pero tres meses después cuando teníamos que ponerle nombre definitivamente, escogimos Quincocan. Se acabó, no había que buscar más.

¿Sabías que queríais un centro canino grande desde el principio, con todo tipo de servicios?

L: Yo no tengo capacidad para cosas pequeñas (risas)K: Yo ya venía de peluquería, residencia canina, felina y criadero. Yo ya hacía esas cuatro cosas antes de meternos en este proyecto. Me saqué el título de adiestrador después de llevar un tiempo trabajando de esto, y este era el camino que teníamos que tomar naturalmente.

¿Actualmente qué tipo de servicios realizáis?

L: Para los perros y gatos, todo. Cualquier cosas, cualquier servicio que se necesite, lo proporcionamos. Adiestramiento, residencia, recogida de animales, peluquería, adopciones, veterinaria, toma de medicamentos, incineración… No todos en directo, por ejemplo la incineración trabajamos con una empresa que nos da ese servicio. No tenemos una incineradora propia pero si podemos ofertamos ese servicio.



Describirnos un poco vuestro centro

K: Tenemos dos centros en Bizkaia. El de Mungia son cuatro hectáreas y media de terreno de disfrute para los perros, y luego hay mil metros de terreno construido con 40 cheniles de 8m2 con una zona interior y otra exterior. Todos tienen luz natural. Luego tenemos en aula con 17 gateras para guardar los gatos de manera individual o de dos en dos. Y tenemos una gatera interior de 8 metros cuadrados para gatos de particulares que son sociables. También hay cinco campas de esparcimiento y una campa de adiestramiento en periodo de construcción. Hay un veterinario, una peluquería canina... Entre los dos centros hay 13 trabajadores, además de nosotras dos.L: El centro de Getxo es un pabellón de 350m2 por cada planta, dos plantas en total. Dos naves más con 8 y 7 caniles, una oficina de 70m2 que vale de office y zona de descanso para los trabajadores y cuatro campas de esparcimiento. En total, 68 caniles.

¿Cómo conseguisteis el Núcleo Zoológico?

L: Tardamos dos años. No recibimos gran ayuda del ayuntamiento, pero porque estaban como nosotros, igual de perdidos. No habían concedido hasta ese momento ningún núcleo zoológico para lo nuestro. Sí para alguna tienda, pero lo nuestro no tiene nada que ver con una tienda. De hecho, empezamos el proyecto en un terreno que nos lo tumbaron en Diputación porque era forestal y te exigían que para montar un núcleo zoológico fuera rural. Y como aquel era de calificación forestal, pues nada.Desde el principio fuimos al ayuntamiento y nos dijeron lo que teníamos que hacer. Pero el mayor problema era que hablabas con uno y te decía: “tienes que cumplir esta normativa”, y cuando íbamos para allí, cumpliendo los requisitos que nos habían marcado, resultaba que había que conseguir otras cosas. En resumidas cuentas, dos años bailando por todos los estamentos públicos que hay.K: Sí, y cuando creíamos que ya lo teníamos todo y que lo habías conseguido, nos decían que nos faltaba otra cosa, como “ahora tiene que venir URA y deciros si podéis abrir”. Y era una locura, muy frustrante, otra vez a detenerse, solicitar y esperar. De mientras seguíamos con el otro centro, y menos mal. Hasta que no conseguimos todo, no nos trasladamos.

¿Cuáles crees que son las aptitudes para dedicarte a esto?

K: Personalmente es vocación. No hay dinero que te pague al final del día lo que haces. Y una forma de vida, esto no es temporal. Los animales son para todos los días, todos los días de tu vida o de la suya.L: Y profesionalidadK: Profesionalidad, exacto, es muy necesario. Sé lo que quieras, pero sé profesional, al final tú no puedes estar trabajando con animales y estamentos públicos y con todo tipo de gente, y querer regirte  por unos horarios. Tú como empresario, quiero decir; los trabajadores evidentemente tienen los suyos, gracias a dios. Pero quien monta un centro como este, sabe lo que hay, esto es como dice la frase  “Quien tiende Hacienda que la atienda” y en este caso se cumple. Acabas de terminar tu jornada laboral, estás derrotado, y en diez minutos hay una urgencia  y es lo que hay. Y en 20 minutos te metes a la cama y te suena el teléfono, es un ayuntamiento y tienes que ir.L: No puedes decir: “Espera, espera. Que espere el perro que ya voy por la mañana cuando me levante”. Pues no, es a esa hora. En nuestro mundo no hay una posibilidad de que no haya una vigilancia constante, 24 horas. Esto es lo que hay.K: El bienestar de los animales depende de ello.



¿Pedirías más titulaciones para trabajar con los animales?

L: Es lo de siempre, luego ¿quién te da la titulación? ¿Quién está capacitado para realmente trabajar con los animales? Cursos adiestradores hay en todos los lados pero…K: Esto es como todo, a mí me gustan mucho los perritos, sí. Pero vienes a nuestra casa, a ver cuánto tiempo aguantas. Te pueden gustar mucho los perritos, pero no poder o querer compartir toda tu vida con ellos. Hemos tenido trabajadores que sólo han durado cuatro horas. Y le gustaban mucho los perritos.L: El problema es que les gustan los animales pero no la caca. Y la limpieza forma gran parte de este mundo. El 95% del trabajo es ese. El bienestar está directamente relacionado con que tú hagas bien tu trabajo. Y tu trabajo es la limpieza.K: Y el mantener a los animales higiénico-sanitariamente bien. No solamente que los perros estén limpios y bonitos por fuera. Y para eso claramente hace falta una profesionalización. Ahora, ¿quién lo va a hacer?

¿Cómo veis el panorama del cuidado de los animales de compañía?

K: Tercermundista. No estamos ni cerca de Europa.L: Más que por abandono, el problema es que tenemos un montón de reglas que nadie obliga a cumplirlas. No hay inspectores. Hay una norma que te obliga a poner el microchip. Si se recoge a un perro que no tiene microchip, lo normal sería que el policía que lo encuentre dijera: tienes X tiempo para traer la documentación al centro y por supuesto ya tienes la multa por delante, porque tienes al perro sin microchip. Eso tendría que ser así, matemáticamente.También hay una normativa que te dice que no puedes llevar al perro suelto. Bueno, pues si lo encuentran suelto, recetita. Esto es así, ya lo marca la ley. ¿Cuál es el problema? Que no hacemos que se cumpla la ley. De qué me sirve que haya 250.000 leyes. Si sería mejor que  solamente hubiera cinco; si consiguiéramos que se cumplieran, irían las cosas mucho mejor que ahora.

¿Por qué decidisteis trabajar en esto?

L: Yo venía antes de la hostelería. Ahora trabajo con los animales porque no aguanto a la gente (risas). K: Los animales te lo dan todo a cambio de nada. Eso es lo principal. Cuando nosotros empezamos el tema de las modificaciones de conducta vimos perros que estaban realmente mal. Gente que lo estaba pasando mal. Que no querían deshacerse del perro, que querían trabajar, luchar y mejorar con ellos.  Y bueno, luego no es oro todo lo que reluce. También hemos visto gente que si les cambiaba la vida, le daban una patada al perro sin dudarlo. Pero bueno. Saber que coges un animales que realmente está hecho una mierda y conseguir que vuelva a tener una vida y vuelve a moverte el rabo teniendo ganas de disfrutar… Eso es lo que nos importa.

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